top of page
Foto del escritorJone Vicente Urrutia

Mermay día 1: Concha

En las abarrotadas playas de Benidorm, la vida de Concha era, en una palabra, aburrida. No lo admitiría nunca en voz alta, pero lo cierto era que echaba de menos su vida en Desengaño 21.


La inocua rutina la mantenía en un estado semi-comatoso: sin gritos, ni broncas, sin cotilleos…solamente sol, salitre y calor.


La calma del Mediterráneo a la madrugada era demasiado inmóvil, sin nada de interés para entretenerla. Pero prefería el mar así: sin turistas ni ancianos, sin sonidos en lenguajes desconocidos. Por eso, Concha solo paseaba por la costa de madrugada. La soledad era su fiel compañera.


Una noche de invierno, algo llamó su atención en el mar. Era una especie de canto—no; era más bien una voz conocida. La cadencia de las palabras la transportó una vez más a Madrid, a Desengaño 21. Era indudablemente la voz de Juan Cuesta.


Cuando se metió en el mar, sin mirar atrás, sus últimas palabras fueron:


“Soy Concha, entro”.

19 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Algo vivo

Tripanofobia

Comments


bottom of page