El veneno te paraliza.
Soy muerte y alaridos silenciosos.
El pánico de ver mis ojos sangrientos.
Soy hambre y destrucción.
Las posibilidades de lo que nunca fuiste.
La lágrima que asoma en tu ojo.
Pero verás: soy miedo y múltiples patas
y colmillos venenosos
y ojos que observan tu perdición.
Y tú, mosquito, eres molestia—
solo yo te quiero.
Soy amor y voracidad.
Soy supervivencia
y tú—
ya no eres nada.
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