—Verás, insertando esta pequeña gema en la ranura pertinente, el arma despertará. Lo que antes era una espada roma, de repente se convertirá en el arma definitiva, más potente que nada que tus ojos hayan visto.
» El mecanismo es algo extraño, basado más bien en la magia de los Antiguos que en la ciencia de nuestros maestros herreros. Sinceramente no te podría explicar cómo una simple gema logra activar la espada de una manera tan eficaz. Es como si la piedra preciosa tuviera un poder dentro de sí que solo se pudiera canalizar al ponerse en contacto con el oro de la espada. No sé, no soy un experto en este tipo de materias.
» Lo que sí está claro es que, sin la gema, esta espada no vale nada. De hecho, pasó desapercibida durante siglos, hasta que uno de los consejeros del rey se dio cuenta de lo que albergaba nuestra tesorería. Fue pura casualidad: el hombre estaba estudiando los manuscritos de los Antiguos cuando el rey le mandó hacer inventario de los tesoros del reino.
» La espada estaba allí, en una pared, aparentemente decorando el lugar. Pero el consejero se dio cuenta de que se trataba del arma definitiva que tanto mencionaban los manuscritos. Sólo fue una cuestión de encontrar la gema que la activaría.
» Observa cómo se enciende la espada; cómo el oro se sustituye por un haz de pura electricidad. Tranquilo, no notarás dolor cuando te raje con ella.
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