Todo empezó como empiezan estas historias que tratan de cuestiones trascendentales: en silencio, de manera totalmente desapercibida. Ningún hada se dio cuenta de que su mundo estaba cambiando, y, por tanto, el cambio penetró silenciosamente, invadiendo todos los aspectos de la vida de las hadas de manera desapercibida.
Fue Carlin, un hada infantil e ingenua, el primero que se dio cuenta de que algo extraño había en el ambiente. Era como si las nubes estuvieran más bajas, más amenazantes, siniestras, trayendo mensajes de mal agüero.
Pero como en estas historias trascendentales, el destino parecía tener planes muy específicos para las hadas. No fue casualidad que el único que se enterara de que algo iba mal fuera Carlin, a quien nadie creyó.
No fue casualidad tampoco que Teslio observara la creciente desesperación del pobre Carlin desde la distancia.
Si el mundo de las hadas iba a acabarse, Teslio pensó que podría al menos salvar al único hada que algo había percibido. Las nubes así se lo pedían.
Comments